La fuga del sindicalista y diputado del MIR, Daniel Naranjo
Díaz, considerada como “espectacular” en tiempos del Gobernador Rafael Sanoja
Valladares, fue en parte obra mía que
convencí a un policía urredista para que le prestase al diputado su uniforme. Así lo cumplió y uniformado de Guardián del Orden
Público, Daniel se convirtió en el fugitivo más buscado. Días después, agradecido de mi ayuda, me
mandó a buscar. Era de noche y el auto
donde iba, luego de varias vueltas, se estacionó en una vivienda del barrio
Santa Fe y tras un tiempo largo se
presentó Naranjo junto con otros miristas, bien armados custodiado. Tengo tres opciones me dijo: exiliarme, padecer entre barrotes o subir a la montaña. Ninguna de las tres. Se fue a la UCV a estudiar economía junto con la maestra Lía Rebolledo, su esposa. (AF)
(AF)
Tuve la dicha de conocerlo y compartir con el Dr. Naranjo cuando fue Inspector del Trabajo. Gran ser humano y amigo. Escuché de el todas estas historias aquí contadas. Dios lo tenga en bien dónde quiera que esté.
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