martes, 15 de junio de 2021

CRIMEN IMPUNE.-

Lesbia fue hallada en su alcoba ¿violada? y asesinada. Venezuela entera se escandalizó, no sólo por la magnitud desgraciada del hecho, condición social de la agraviada y posterior suicidio de la madre, sino porque las evidencias apuntaban hacia su hermanastro el sacerdote que al final del juicio fue absuelto gracias a la argumentación de la Iglesia, del Psiquiatra requerido y del jurista de la Defensa (AF)

EL GRAN ABUELO DE LA ETNIA PEMÓN,

Kueka es una enorme piedra de jaspe que el Pemón de la Gran Sabana venera como la representación de sus abuelos, pero el Gobierno la donó en 1998 a Alemania donde se exhibe como atractivo turístico. Por eso dicen allá que Kueka chocó dos veces con la misma piedra y terminó siendo piedra como lo dispuso la maldición de Makukaima, pero lo más doloroso: exiliada o refugiada como tantos venezolanos de este siglo. (AF)

EL CREADOR DEL ORINOCO.-

Lo bueno del Diluvio fue el Orinoco que facilitó la navegación y comunicación de los Tamanacos en Guayana y el Salto Tequendama en Colombia que permitía a los Chibchas la recreación espiritual en comunión con sus divinidades. Por eso los Tamanacos idolatraban a Amalivacá, lo consideraban creador del Orinoco y los Chibchas a Bochica porque detuvo el Diluvio justo en el punto donde emerge el Salto Tequendama.(AF)

LA CRUZ DEL PERDÓN.

El Río Padre se levantó una madrugada de agosto y visitó la casa ribereña de la culisa Julia González, lamió los flecos de la hamaca donde dormía, puso a navegar las ollas de la cocina e incluso la petaca de la ropa desteñida. Luego satisfecho de su particular admonición regresó a su cauce mientras Julia se hincaba para ofrecer a la Cruz a la cual era devota, levantarle mediante colecta pública una Capilla a la orilla del río por despertarla antes de perecer ahogada. CONFESIÓN INCONFESABLE.- La popularidad de un Cura que oficiaba en una Iglesia de Ciudad Bolívar se debía según otros religiosos a que era sordo y por ello los fieles preferían confiarle sus pecados en la seguridad de que no eran escuchados pero sí perdonados(AF)