UN RAPSODA PERSEGUIDO POR EL RÍO
Alejandro Vargas estuvo durante su existencia vinculado
o perseguido por el Río. Cuando nació en
La Capotera, hoy calle Peñalver, el Orinoco tapó por primera vez la Piedra del
Medio. Cuando se desbordó en el 43,
arrasó con La Capotera que era una calle corta parecida a un costal de viaje
abierto por las puntas. Entonces como damnificado fue a parar a la Calle de
Los Culíes, hoy calle Las Mercedes, fuera del alcance pero cerca del Rió donde
el Catire Carvajal, tenía la curiara en
la que salían a "matar tigre" por caseríos ribereños. En un noviembre lo
sacudió un chubasco y si no lo sepultó lo hizo un mal
día la artritis que le paralizó tanto su voz de rapsoda como el rasgueo de su guitarra inseparable. (AF)
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