jueves, 16 de noviembre de 2017

UN RAPSODA PERSEGUIDO POR EL RÍO


Alejandro Vargas estuvo durante su existencia vinculado o perseguido por el Río.  Cuando nació en La Capotera, hoy calle Peñalver, el Orinoco tapó por primera vez la Piedra del Medio.  Cuando se desbordó en el 43, arrasó con La Capotera que era una calle corta parecida a un costal de viaje abierto por las puntas.  Entonces  como damnificado fue a parar a la Calle de Los Culíes, hoy calle Las Mercedes, fuera del alcance pero cerca del Rió donde el Catire Carvajal,  tenía la curiara en la que salían a "matar tigre" por caseríos ribereños. En un noviembre lo sacudió  un  chubasco y si no lo sepultó lo hizo un mal día la  artritis que le paralizó tanto su voz de rapsoda como el rasgueo de su  guitarra inseparable. (AF)

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