CUANDO ANGOSTURA ERA EL PARAISO
Juan Teófilo Benjamín Sieguert la escribe
en la segunda mitad del siglo diecinueve a su hermano en Alemania y lo
deslumbra con lo edénico de la ciudad de Angostura donde con un peso se podía comprar 30 libras de carne de res y
3 libras de casabe por medio centavo. Una tortuga de 120 libras costaba dos
pesos y con medio centavo se podía comprar una cesta de 15 zapoaras. Abundaba
la carne de animales de caza como venado, faisanes y patos, pero también
abundaban enfermedades terribles de la selva como la malaria y la fiebre
amarilla que los guayaneses trataban con corteza de quina macerada con ron y
que más tarde con otros ingredientes botánicos Sieguert convertiría en su famoso
Amargo Angostura. (AF)
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