Tomás Rivilla calzó sus botas de mil leguas y avanzo
hasta pueblos remoto del Oriente en
busca de firmas y respaldo para la Universidad:
“General devuélva a Guayana su Universidad de otros tiempos” decía la
valla de su Refresquería. Pero el
Dictador nada quería con universitarios opuestos a su Gobierno hasta que llego
Edgar Sanabria y creó la UDO repartida en pedacitos en los Estados del Oriente. (AF)
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