Las empinadas familias de la ciudad de Angostura
siempre disponían de una criada o doncella
de servicio de la cual se enamoraban
furtivamente los respetables Señores de la Casa. La infidelidad en estos casos se mantenía
en absoluta reserva, aún cuando fuese
descubierta Son numerosos los casos. Las malas lenguas angostureñas, por ejemplo, le atribuyen
hijos expósitos que afortunadamente resultaron lumbreras, a Ernesto Sifontes, Hans Welle,
Alberto Liccioni, Francisco Lusinchi (Hermano de Jaime Lusinchi). El único que fue reconocido habría sido el tribuno Manuel Alfredo Rodríguez. Su padre
Fausto Rodríguez fue representante de “Boland Aeroplano and Motor Company”
que hizo posible el primer vuelo en la ciudad en 1913. (AF)
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