Ayer, muy distinto en los tiempos que transcurren, los
políticos o servidores públicos, no tenían hogar propio. Así, el Congreso de Angostura debió donarle a
su presidente Francisco Antonio Zea, una casa de 50 mil pesos para su familia.
Con una colecta pública fue posible un hogar para el médico y Presidente
Municipal durante 15 años, J. M. Agosto Méndez. A Luis Beltrán Prieto el Gobierno
de Caldera hizo posible residencia propia y para que Jóvito Villalba tuviese
casa familiar fue necesario que sus amigos contribuyeran de su peculio
personal. Lo mismo hay que decir del guayanés prócer de la imdependencia José Tomás Machado que ya solo y jubilado su hijo Rafael debió regalarle la Casa de las 12 ventanas para que pasara sus últimos días en hogar propio.(AF)
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